domingo, 28 de marzo de 2010

Este segundo eterno y etéreo se apodera de mi mente



La mayoría de las personas tienen miedo a la muerte porque no han hecho nada de su vida.






Nunca he sabido posar, ante el objetivo intrépido de una cámara.Quizás en la juventud de mis días, nadie me ha dicho sonríe y muestra tu mejor perfil.Puede que yo necesite más...algo que sugestione mis sentidos que los hagan despertar que los rehabilite de su estado de reposo aparente y los lance al Mercado del Mundo sin Explotar.
Cuando siento brotar de mi piel ese fuego que me enciende todo.Ese viento que choca contra mí, llenando todo lo que hasta entonces estaba vacío.Esas yemas que necesitan sentir todo lo que les rodean desde la más delicada textura hasta la más áspera.Que les permiten percibir las rarezas de la Noche, la congelada brisa y la satisfactoria luz que deslumbran los farolillos al verse reflejados en mí.Cómo la Luna, yo necesito cambiar necesito fusionarme y vislumbrar un camino mejor.Sólo puedo recordar mis ojos clavados en ella que como una televidente sabe dirigirme hasta mi destino final...
Aveces lo imprevisible de mi entidad, se rompe al poder comprender que el eje que lo mueve todo en mí es la música, es inevitable no poder seguir el ritmo marcado como por un reloj.Entre movimientos difusos yo me reconozco y sólo en ese momento sé que soy yo...entonces un silencio infernal se apodera de mi mente y mi cuerpo y...ya no queda más que este instante eterno y etéreo de pasión.










-Y tú me dices que te quiera pero yo no se cómo quererte-


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